El dolor de estómago y los cólicos (también conocidos como “retortijones”), pueden llegar a ser muy incómodos. El cólico es un tipo de dolor abdominal que puede variar en intensidad y llegar a ser muy agudo. También puede venir acompañado de varios problemas digestivos como náuseas, vómitos o diarreas.
Existen varios tipos de cólicos, dependiendo de su causa y localización.
Se debe a una distensión de la vesícula biliar, ocasionado usualmente por un cálculo en la vesícula.
Se debe, la mayoría de las veces, a un cálculo en el riñón.
Se ocasiona en algunos bebés durante sus primeros meses.
Son los cólicos relacionados al periodo menstrual.
Ocurren debido a ciertas irregularidades en la salud digestiva.
Los cólicos gastrointestinales pueden estar relacionados a:
En estos casos si el estómago no se adapta a este volumen de alimentos, los músculos se empiezan a contraer, activándose más de lo normal. Esto puede causar dolor de estómago o cólicos estomacales.
En estos casos si el estómago no se adapta a este volumen de alimentos, los músculos se empiezan a contraer, activándose más de lo normal. Esto puede causar dolor de estómago o cólicos estomacales.
La introducción de nuevos alimentos en la dieta a los que el organismo no está acostumbrado o la toma de antibióticos que alteran la flora intestinal, pueden influir en la generación de cólicos.
Ciertos problemas digestivos pueden dificultar el avance, a través del intestino, de los gases que se generan como parte de la digestión, provocando dolor abdominal al que se le conoce como cólico.
Por otro lado, hay ciertos hábitos que también pueden aumentar la presencia de gases y hacernos más propensos a los cólicos, por ejemplo comer muy deprisa o no masticar los alimentos lo suficiente puede provocar que traguemos demasiado aire e inducir a una mala digestión.
El dolor de estómago y los cólicos intestinales no solo pueden ser provocados por un problema alimenticio, sino que frecuentemente su origen puede ser el estrés, la tensión y los estados de irritabilidad.
Alivia el dolor abdominal y los cólicos estomacales relajando los músculos del estómago que están más activos de lo normal. Además de calmar el dolor de estómago, reduce la inflamación localmente y la hipersensibilidad.
Masticar bien los alimentos,
comer y beber de una manera relajada.
Mantenerse hidratado/a
consumiendo suficientes líquidos, preferiblemente agua.
No ingerir alimentos difíciles de digerir, como los que contienen mucha grasa o azúcares.
Introducir en la dieta plantas medicinales que ayudan al proceso de digestión, como la Angélica, la Menta o la Manzanilla.